¿Has visitado alguna vez las aldeas q’eqchís? Ellos se llaman a sí mismos los hijos de la Selva. Aman la selva, la Sagrada Montaña y los santos palos y bejucos (lianas), los santos cerros, el aire, el agua de los ríos… Son los hijos de la Sagrada Tierra. Entre las muchas cosas que podrás observar, si te quedas a dormir en una de sus humildes viviendas, una es que se levantan muy temprano, dan gracias al Señor Sol por el nuevo día, agradecen inclinados a la Sagrada Tierra la vida que les trae. Verás el bullicio de todos los niños y niñas que se levantan también muy temprano. Y podrás observar rápidamente cómo es el trabajo de las mujeres, se levantan a las cuatro de la mañana: se lavan y se asean, se peinan y comienzan sus tareas diarias, como hace 20 años, como hace 200 años.
1. Encienden el fuego con leña, calientan el agua o el café.
2. Desgranan el maíz para luego moler los granos con un molino manual y después con la piedra de moler, para hacer las tortillas a sus esposos primero, porque se van al trabajo temprano, y luego a sus hijos, que suelen ser muchos, 8 o 10. En este caso las hijas mayores las ayudan.
3. Tortean y ponen las tortillas al comal junto al fuego, luego de servir el desayuno a sus esposos.
4. Les preparan su xel (comida envuelta en hojas), que los maridos se llevan al campo.
5. Cuidan del aseo de los hijos mayores y lavan y asean a los chiquitos.
6. Siguen moliendo y echando las tortillas al comal.
7. Les dan su desayuno a sus hijos y ellas desayunan también.
8. Lavan los trastos de la cocina y asean la casa.
9. Van a por agua al río, al arroyo o al nacimiento. Llevan una tinaja en la cabeza y otra en la cadera; sus hijos chiquitos cargados a la espalda y los más mayorcitos tomados de la mano. Regresan a casa.
10. Van cargadas al río o al arroyo con la ropa para lavar.
11. Lavan la ropa de la familia en el río o el arroyo.
12. La cargan a la cabeza y en la cadera, ya lavada, hasta la casa, en donde la tienden.
13. Tienen nuevamente que moler el maíz y preparar las tortillas para el almuerzo de todos los hijos.
14. Dan el almuerzo a los hijos.
15. Lavan los trastos de la comida.
16. Recogen la ropa tendida. La colocan en su lugar.
17. Echan de comer a las gallinas y los cerdos.
18. Van a buscar leña para la cocina de la casa y la cargan a la espalda.
19. Ellas y los hijos se van a bañar al río y luego regresan a casa. Sus maridos ya llegaron o llegarán en breve del trabajo.
20. Nuevamente hay que moler el maíz.
21. Nuevamente hay que echar las tortillas al comal.
22. Sirven la cena a su marido.
23. Sirven la cena a los hijos y cenan ellas.
24. Arreglan la cocina y lavan los trastos.
25. Al fin podrán descansar. Si los niños no lloran, si no hay alguno enfermo, si no tienen que ir al curandero.
26. En el descanso de la noche tendrán que dar de mamar a los que están criando, siempre están criando, siempre dan de mamar, hasta que se hacen mayores. No hay posibilidades de enfermar ni derecho a cansarse.
Por eso hacen tantos sacrificios para superarse y valoran tanto el capacitarse.